Call of Duty: Modern Warfare 2; con todo para ganar,



Activision e Inifinity Ward se han encargado de destrozar completamente todo lo que habían construido en Call of Duty: Modern Warfare de 2019.




Plataforma reseñada: PlayStation 5

La espera finalmente llegó a su fin, Call of Duty: Modern Warfare llegó al mercado el 28 de octubre, y tras haber probado la beta abierta, las expectativas para este nuevo juego eran bastante altas, pues los resultados habían sido satisfactorios, y parecía ser un digno sucesor del juego de 2019. Pero más temprano que tarde, estas expectativas acabaron por el suelo.

Primero lo primero, y ni siquiera se trata del juego en sí mismo, y sobre la falta de respeto de Activision a sus consumidores al vender ediciones físicas que están vacías. El disco no trae absolutamente nada de contenido, y al meterlo a la consola, no se podrá iniciar de ninguna forma, pues el disco no contiene el juego, sino que hay que descargarlo de todas formas, como si fuera digital.

Viejos amigos enfrentarán nuevos enemigos: el cartel de Las Almas, en México



Call of Duty: Modern Warfare 2 continua la manía de Activision por hacer que sus juegos sean extremadamente pesados, al punto que les resulta más conveniente que el jugador lo descargue “por pedazos”, para luego borrar las partes que no quiere para ahorrar espacio. ¿Es conveniente? Pues depende de cada quien, aunque la única verdad absoluta es que Call of Duty debe dejar de adueñarse del almacenamiento de los jugadores.

Entonces, estamos ante un juego que sirve como secuela del aclamado Call of Duty: Modern Warfare de 2019, que sirvió como reboot para esta saga tan querida. Tras el éxito de este mencionado juego, le siguió Call of Duty Black Ops: Cold War (2020), que cosechó críticas mixtas, y Call of Duty: Vanguard (2021), que es mundialmente odiado por su bajísima calidad

No sería Modern Warfare si no hubiera una misión de sigilo con rifles de precisión mientras se utiliza un traje güilli.


El resurgir de Call of Duty estaba en manos de este Modern Warfare 2, ¿lo ha conseguido? Vámonos adelantando a los hechos y responder que no, aunque de preferencia, veámoslo paso a paso.

Campaña

El punto más fuerte de este juego es su campaña. Modern Warfare de 2019 nos ofreció una campaña que resaltaba el estilo, la esencia de la saga, con combates tácticos y la crudeza de la guerra moderna, donde no hay bandos y a veces hace falta ensuciarse las manos para mantener esa ilusión pacífica en la que vivimos. Modern Warfare 2 intenta replicar ese éxito, lográndolo hasta cierto punto.

Eso sí, para los fans de los Call of Duty clásicos, o de la temática bélica, esta campaña resultará bastante estimulante, aunque no se salva de tener unos cuantos bugs y esos “momentos Call of Duty” en los que los personajes principales parecen ser súper humanos. Como juego de acción y simulador táctico militar, Call of Duty: Modern Warfare 2 sí cumple.


 Incluso contamos con una misión en vehículos en la que deberemos conducir, disparar, saltar de un vehículo a otro y muchas cosas más. Una auténtica secuencia de pura acción.

La campaña estará dividida en dos partes, una con Soap y Ghost, y otra con el capitán Price y Gaz. Ambos equipos buscan el mismo objetivo, encontrar y desactivar unos misiles que el cartel mexicano de Las Almas está traficando para Al Qatala, la organización terrorista que ya conocimos en el primer juego.

Durante la historia, nos encontraremos a personajes conocidos como Nikolai, Farah o Laswell. Y también son introducidos nuevos personajes, que resultan bastante entrañables a medida que avanza la trama, como el coronel Alejandro Vargas, Phillip Graves de la Compañía Shadow, y la propia villana Valeria, interpretada espléndidamente por la actriz ecuatoriana de telenovelas María Elisa Camargo

María Elisa Camargo en su papel de Valeria, en el juego.


En el juego anterior, no tuvimos mucho de Ghost (más bien, no tuvimos nada), que aunque su actor original en inglés cambió de un juego a otro, en español latino seguimos teniendo al maestro Beto Castillo en el papel, que le da una personalidad bien definida al personaje. Andrés García fue reemplazado como el capitán Price, ahora interpretado por Octavio Rojas. Y Memo Aponte fue reemplazado como Gaz, que ahora es interpretado por Miguel Ángel Leal. Tanto los actores anteriores como las nuevas voces hicieron y hacen un trabajo maravilloso y, de hecho, el cambio es casi imperceptible.

La relación de mentor y alumno del capitán Price y Gaz parece no haber evolucionado mucho desde el primer juego. Mientras que, por otro lado, la química de Ghost y Soap es auténticamente genial. Siendo de un rango mayor, Ghost no tolera a Soap al principio, pero poco a poco va descubriendo que se trata de un soldado honorable y confiable. Y hablando de Soap, estamos ante el regreso de uno de los protagonistas más queridos de la franquicia entera de Call of Duty, que no había tenido su oportunidad en el primer juego, pero que en esta secuela regresa como protagonista, con una nueva personalidad, mucho mejor y más carismático que en la trilogía original.

Ahora contamos con una mochila (solo en la campaña, en multijugador no, evidentemente) en la que llevamos varios tipos de equipamiento táctico y letal, y podremos equipar el que nos convenga en cada situación.

La historia en sí misma, es bastante buena, como se mencionó atrás, Modern Warfare se caracteriza por sus combates tácticos, y este título no es la excepción. Toda la parafernalia militar del juego realmente logra meter al jugador en situación, que es lo más disfrutable de formar parte de las misiones de la Task Force 141.

La ambientación en México es impecable, trabajando en conjunto con las fuerzas especiales mexicanas, que no confían en el propio ejército, pues saben que han sido comprados por los narcos. Un vistazo bastante aproximado a la realidad de la corrupción, incluso en las fuerzas policiales y militares no solo de México, sino de toda Latinoamérica en general.

La ambientación y el diseño de escenarios en México está muy bien logrado, incluso en esas misiones permiten exploración semiabierta.

Como suele ser, es una carrera contra reloj para evitar que el mundo como lo conocemos corra peligro a casa de criminales y terroristas. Call of Duty: Modern Warfare 2 brilla en su campaña, que no está libre de bugs, pero al menos quita el mal sabor de boca que deja el multijugador, del que hablaremos más abajo.

Multijugador

El multijugador de Call of Duty: Modern Warfare 2 está lleno de problemas. Lógicamente, el apartado de multijugador es el que más atención debe recibir en un juego como este, y lamentablemente, al menos hasta este momento, esta parte del juego es un soberano desastre.

Los servidores tienen una conexión bastante inestable, por lo que el lag está a la orden del día por muy buena que sea tu conexión a internet. El juego constantemente se traba, se congela o tiene ataques que hacen que vuelven locos los visuales. Es increíble, inaudito e inaceptable que la beta abierta del propio juego haya estado en mejores condiciones que el resultado final.

Las físicas están como locas, los controles son desastrosos y el sistema de personalización de la armería, como lo vimos en la beta, es todo un dolor de cabeza. Con las intenciones de volver al juego más “inmersivo” o más “realista”, han terminado por convertir la armería en todo un lastre para los jugadores, especialmente para aquellos que solo quieran entrar a divertirse.

Ha vuelto la galería de tiro, para probar las armas y los armamentos personalizados antes de adentrarse a las partidas, y eso, aunque parezca poco, es realmente una muy buena noticia, pues es una forma de familiarizarte con el funcionamiento del equipo y las armas antes de ir a aprender a golpes directamente en el multijugador.

Los modos de juego son lo mismo de siempre, aunque fueron implementados dos modos nuevos: ‘nocaut’ y ‘rescate de rehenes’, que tienen de divertido lo que este multijugador de pulido, por lo que es mejor apegarse a lo básico y jugar partidas de duelo por equipos y contra todos, eso sí, cuidado con el horrible matchmaking con SBMM, que condena a los jugadores a partidas espantosas.

La mezcla de sonido está bien, no es increíble, simplemente está bien. La banda sonora es sobria, como en todos los Call of Duty modernos. Algunos visuales necesitan mejorar, por lo menos en consolas. Los mapas son una cosa de locos, completamente vacíos o demasiado confusos. Los diseñadores de niveles se han ido a los extremos con estas aberraciones.


La selección de operador también tiene problemas. Los operadores se traban al rotarlos en la vista previa. El menú es trabadizo, navegar en él es una odisea. Y más importante aún, no importa a qué operador escojas, siempre se te pondrá al mismo (Fender), por lo menos en el menú, pues una vez que el juego carga sí aparece el que habías seleccionado.

Todo bugeado, desde los menús, el juego. El marcador final, que intercambia los números del ratio con la racha de bajas sin morir. Las tarjetas de visita y los emblemas no se pueden colocar. Es que no hay una sola cosa en este multijugador que no esté terriblemente bugeado.

Podemos decir, con completa seguridad que Call of Duty: Modern Warfare 2 mejorará, y probablemente se convierta en un juego indispensable para los amantes de los juegos de disparos. Pero de momento, su estado actual es deplorable y da mucha lástima, considerando que Call of Duty: Modern Warfare de 2019, se convirtió en el mejor juego de la franquicia, que se secuela se vea de esta forma, es simplemente triste


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